Silvia Pinal cumple 85 años

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*La diva rebelde del cine nacional, actriz, productora, empresaria y política, celebra un año más de vida al lado de su hija Alejandra Guzmán

CDMX. Tan sólo pronunciar el nombre de Silvia Pinal inmediatamente remonta a una historia de éxito, mezclada con tragedia y drama, de una de las mujeres más importantes del teatro, el cine y la televisión mexicana. La actriz, cantante, productora y política, quien hoy cumple 85 años de edad, ha demostrado en las casi siete décadas bajo los reflectores que ser una figura pública no es sencillo, pero con disciplina, dedicación, un poco de rebeldía, valor y amor a su trabajo y a su familia –a pesar de las adversidades– es posible alcanzar cada uno de los sueños.

Con las negociaciones para realizar una serie sobre su vida –la cual podría ser producida por Carla Estrada–, el lanzamiento de un libro autobiográfico en noviembre de 2015 –que tuvo su primera reimpresión este 2016– el festejo de cumpleaños adelantado al lado de su hija Alejandra Guzmán, Silvia Pinal se mantiene activa y fuerte para cualquier reto que le presente la vida.

Es dificilísimo”, decía Mané, el personaje al que dio vida la actriz en la cinta ‘El inocente‘, cada vez que Crusi (interpretado por Pedro Infante) le pedía que hiciera cualquier tipo de actividad doméstica como poner a calentar agua en la estufa para preparar café. A diferencia de Mané que se complicaba por cosas sencillas, Silvia Pinal tuvo retos que fueron “dificilísimos” pero que enfrentó con el carácter que la ha definido desde pequeña, cuando a los 13 años desafió de una forma muy inteligente a su estricto padre para lograr que le diera permiso para tomar clases de bel canto.

«Como ya te había dicho hasta el cansancio tenía fuerte convicción de ser artista, pero mi padre se oponía: ‘¡No quiero que te mueras de hambre!’, me decía a regañadientes y me aseguraba que no tendría ningún futuro si persistía con esa idea. Así que un día, harto de escuchar la misma cantaleta, llagó a un acuerdo conmigo: ‘Mira, hija, estudia primero algo que te asegure un porvenir, tráeme un título, ya luego haz lo que quieras’ Hice trampa, lo reconozco quería una carrera corta, muy corta la más cortita y por supuesto la encontré: ¡taquimecanografía!«

Fui una muchacha rebelde y, sin duda, tenaz. Precisamente esa perseverancia me llevó a buscar otro tipo de clases a la par que estudiaba taquimecanografía, las que en verdad quería por lo que entré a estudiar bel canto con el maestro Reyes Retana”, recuerda la actriz en Esta soy yo, la biografía que lanzó el año pasado con Editorial Porrúa.

Del canto pasó a las clases de arte dramático en el INBA donde se encontró con su primer amor: el teatro. Su tenacidad y constancia llevaron a Pinal a debutar en Sueño de una noche de verano, representando a una dama de la Corte; la puesta en escena se presentó en el escenario del Palacio de Bellas Artes. Y después del teatro llegó el cine.

En 1948 el cineasta Miguel Contreras Torres asistió al estreno de la puesta en escena Ideal, donde Silvia Pinal trabajaba, y tras haberla visto la buscó para ofrecerle un pequeño papel en Bamba. Sin dudarlo, la actriz aceptó y debutó en la pantalla grande a lado de Tito Junco, Víctor Manuel Mendoza, Carmen Montejo, Andrés Soler y Fanny Schiller.

Desde ese momento, hace más de 65 años, Silvia Pinal ha realizado más de 90 largometrajes. Puerta, joven al lado de Mario Moreno Cantinflas; El rey del barrio, con Germán Valdez Tin-Tan; Azahares para tu boda, junto a Joaquín Pardavé, Fernando, Domingo y Andrés Soler, Marga López y Sara García; Un rincón cerca del cielo, Ahora soy rico y El inocente junto a Pedro Infante; Historia de un abrigo de mink con Columba Domínguez; El cuerpazo del delito con Angélica María, Elsa Aguirre, Mauricio Garcés y Enrique Rambal; María Isabel con José Suárez, Norma Lazareno y Tito Junco; Shark con Burt Reynolds y Los cañones de San Sebastián con Anthony Quinn, Charles Bronson y Ferrusquilla, fueron sólo algunas de las cintas en las que participó, pero fue una la que hizo que su carrera diera un giro completo en su carrera.

“Hablar de Viridiana es hablar de muchas cosas significativas, sin las cuales mi vida no sería la misma, Es la parte más importante de mi carrera, la película que más satisfacciones me ha dado y, por supuesto, el nombre de mi amada hija.

“Viridiana fue el nombre que Buñuel tomó para la película y su protagonista. La historia está basada en una vieja fantasía del propio Buñuel y en un pequeño cuadro que vio en el Museo del Chopo, en la Ciudad de México, en el que una monja vestida con un camisón de manta rezaba frente a una corona de espinas y unos clavos. Esta imagen lo impresionó, me contó varias historias que armó alrededor de ese enigmático cuadro”, narra la actriz en su biografía.

La cinta escrita por el cineasta español Luis Buñuel y Julio Alejandro y producida por Gustavo Alatriste –en ese tiempo esposo de Pinal– catapultó a la actriz a la fama mundial.

Viridiana se estrenó en mayo de 1961 en el Festival de Cine de Cannes donde obtuvo la Palma de Oro y la popularidad de la cinta se extendió por Italia y España, donde fue censurada tanto por la iglesia como por el gobierno de Francisco Franco.

Tras la persecución que sufrió en España, Viridiana llegó en la completa clandestinidad a México, en el equipaje de mano de la actriz que dijo que los rollos de película que traía eran sólo cintas personales caseras. Así fue como la “bomba” que había arrojado Buñuel en Cannes entró al país que inspiró su historia y de donde era originaria su protagonista.

“La censura del Vaticano había llegado hasta México y nos fue muy difícil encontrar salas para exhibir la película, nadie quería una excomunión, pero gracias al dramaturgo e historiador Salvador Novo pudimos hallar algunas salas.”, comparte en su libro la actriz, quien volvió a trabajar con Buñuel en El ángel exterminador (1962).

Su éxito en el cine y su relación con las personas indicadas trasladaron a la naciente diva y empresaria de vuelta a los escenarios teatrales donde, con la inquietud que la caracteriza, se dio a la tarea de presentar en el país innovadoras propuestas escénicas. Fue así como a finales de la década de los 50, Silvia Pinal presentó el primer musical en México: Ring ring, llama el amor. Una puesta en escena que ella había visto en Broadway con Judy Holliday como protagonista y quien le dijo a la mexicana que debía debutar en los escenario neoyorquinos, la Pinal se negó. A partir de entonces los musicales en México comenzaron a tener un espacio en los teatros y obras como Mame, Annie es un Tiro y ¡Qué tal Dolly! entre otras, se hicieron un clásico con el nombre de la actriz y productora.

La televisión era el terreno fértil donde Silvia Pinal haría todo aquello que no podía hacer en el teatro ni en el cine y, siendo un espacio nuevo todos los actores y productores eran elementos clave para que este nuevo medio de entretenimiento despegara hasta convertirse en lo que es hoy.

Su primera participación en televisión fue en Con los brazos abiertos y de ahí se desprendieron series como Silvia y Enrique –al lado de Enrique Guzmán, su esposo en aquella época– y ¡Ahora Silvia! A la par que comenzaban las telenovelas en donde participó en Los Caudillos, ¿Quién? y El privilegio de amar.

La televisión también despertó a la productora que Pinal siempre llevó dentro comenzando con la telenovela Mañana es para siempre, después con Cuando los hijos se van , Eclipse y Tiempo de amar; sin embargo, fue con la serie Mujer, casos de la vida real, con el proyecto con el que la actriz se consolidó como una de las productoras más importante, ya que durante 21 años que estuvo el programa al aire ayudó a la gente a resolver los casos que le enviaban por carta, realizando una acción social importante para su audiencia.

Silvia Pinal Hidalgo nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora. Comenzó su carrera como actriz a mediados de la década de los 40 y desde entonces ha continuado como actriz, productora y empresaria.

Ha filmado más de 90 largomentrajes y actuado en 12 telenovelas, ha sido productora de televisión y obras de teatro. Sus hijas (Sylvia, Alejandra y Viridiana) siguieron los pasos de su madre como actriz y cantante, al igual que su nieta Stephanie, mientras que Frida y Michelle prefirieron el mundo de la moda.

Su familia, lo más importante

Sin lugar a dudas el carácter de Silvia Pinal es una cuestión de herencia genética. En Esta soy yo, la actriz describe su infancia a lado de su madre María Luisa Hidalgo Aguilar -quien se embarazó en la década de los 30 y decidió tenerla a pesar de no estar casada- y su abuela, Jovita, -quien sacó adelante a seis hijas después de quedar viuda, y, sin duda, el origen del matriarcado de la Pinal.

Si bien su infancia resultó un poco compleja por la situación social que la mujer vivía en esa época, fueron los hechos los que forjaron el carácter de la actriz. Descubrió a los 11 años que su padre biológico era Moisés Pasquel y no Luis G. Pinal; sin embargo, reconoció que fue el hombre que le dio su apellido y no el que puso su esperma el que siempre sería su padre.

El tiempo y el destino llevó a su vida varios amores y matrimonios con lo que Pinal desafió las normas sociales que regían la época. El primero fue con Rafael Banquells –quien era 14 años mayor que ella– con quien concibió a la también actriz Sylvia Pasquel, después llegó el empresario Gustavo Alatriste quien fue el padre de su hija Viridiana –fallecida en un accidente automovilístico en octubre de 1982–. En los albores de los años 60 se casó con Enrique Guzmán –12 años menor que ella– y con quien tuvo dos hijos: Luis Enrique y Alejandra. Su último esposo fue el exgobernador del estado de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez, quien fue el que despertó su pasión por la política.

Tuvo varios romances que no se concretaron como el que vivió con Arturo de Córdova, el de Emilio Azcárraga Milmo, Enrique Rodríguez Alday –quien falleció en un accidente aéreo–, Nick Hilton, el dueño de la cadena de hoteles, y el empresario Fernando Frade, quien se casó con su hija Sylvia Pasquel y fue el motivo de la separación de madre e hija durante muchos años.

Hoy Silvia Pinal no tiene una pareja sentimental; sin embargo, está rodeada de amor. Sus hijas Sylvia y Alejandra, junto con Luis Enrique, la convirtieron en abuela de cuatro nietas: Stephanie, Frida, Viviana y Giordana, todas mujeres. Stephanie, su primera nieta, la convirtió en bisabuela de Michelle Salas –hija de Luis Miguel– y Camila, hija del exguitarrista de la banda Santa Sabina.

La política, su oportunidad de hacer algo por su gente

Tras el fallecimiento de su hija Viridiana en un accidente automovilístico y su matrimonio con el gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández, Silvia Pinal se convirtió en la primera dama del estado y con ello le llegó la responsabilidad de contribuir con su país.

Fue la encargada del DIF estatal y del FONAPA, logró reconstruir las ruinas de Cacaxtla y conservarlas, también rescató el Teatro Xicoténcatl del estado y lo reestrenó con la puesta en escena La divina Sara, dirigida por Susana Alexander y protagonizada por ella y Aarón Hernán.

Su paso por Tlaxcala despertó su interés por la política y en 1987 se postuló para la presidencia de la ANDI (Asociación Nacional de Intérpretes), de la cual fue fundadora 50 años atrás, y la ganó.

En los 90, decidió entrar de lleno a la política y decidió postularse como diputada para el distrito XXVII por el PRI, elecciones que ganó y la mantuvieron en la Cámara de diputados y después se convirtió en senadora por el mismo partido.

Su paso como líder de la Asociación Nacional de Productores de Teatro, en donde algunas de sus obligaciones eran velar por los intereses de los empresarios teatrales y la administración, le trajo uno de sus mayores retos en la vida.

El secretario de seguridad pública del DF, Alejandro Gertz Manero la había demandado por un fraude de nueve millones 591 mil pesos en prejuicio de la PROTEA que tenía su origen en 1970, cuando se creó. Sin embargo la productora no se preocupó porque sabía que era inocente; sin embargo, también se giró una orden de aprehensión en su contra, hecho que la obligó a salir del país y vivir autoexiliada durante un año en Miami, Florida. Al final fue absuelta de todos los cargos y volvió a México.

“Al fin era libre y se había hecho justicia. Lloraba y reía de felicidad, nos olvidamos de ir al hotel y, emocionadas, nos fuimos las tres a celebrar con unos martinis al Rockefeller Center. El teléfono no paraba de sonar, toda la prensa hablaba del caso y me buscaban para dar declaraciones. Ahora sí, a preparar maletas y regresar a mi querido país, a mi vida y a estar con los míos”, declaró en su biografía.

Silvia Pinal Hidalgo

Nació el 12 de septiembre de 1931, en Guaymas, Sonora.
Tiene casi 70 años de carrera artística.
93 películas en las que ha participado.
Ha actuado en más de 25 puestas en escena.
Más de una decena de obras como productora teatral.
Tiene cuatro Premios Ariel, entre ellos el Ariel de Oro.
Tiene cuatro premios de plata PECIME.
Estuvo casada en cuatro ocasiones.
Guarda en su casa la Palma de Oro que ganó Viridiana, la cinta que dirigió Luis Buñuel.

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